Aunque
todos los años se publican consejos sobre cómo abaratar nuestros recibos de
calefacción y ahorrar energía, no está de más recordar unas sencillas pautas
ahora que empieza a hacer fresquito.
Para
ello no hay nada mejor que ponerse un jersey o bata en casa y echarse
por encima una mantita cuando vamos a ver la tele. Estar en manga corta en
pleno invierno no tiene ningún sentido. No solo por que se gasta más en
calefacción, sino porque la diferencia térmica a la hora de salir a la calle es
mayor, con lo que será mucho más fácil coger un resfriado (esto vale tanto para
los niños como para los adultos).
Una
temperatura apropiada en el hogar es entre 18 y 20 ºC, cada grado que
aumentemos la calefacción supondrá una subida importante del recibo. Instala un
termostato para controlar la temperatura y que la calefacción se apague de
forma automática al llegar a la temperatura deseada.
Es
conveniente purgar los radiadores al principio del invierno para evitar
que las burbujas de aire que hayan quedado atrapadas dificulten su
funcionamiento.
Debemos repasar puertas y ventanas, ya que si no
encajan bien se elevará la factura. Coloca una barra aislante en el bajo de la
puerta de la calle y arregla las ventanas que no cierren bien. Si no puedes
arreglarlas tapa las rendijas con goma aislante autoadhesiva (que se vende en
cualquier ferretería y es muy barata).
No
cubras los radiadores con ropa húmeda
para que se te seque antes, te saldrá más caro ya que obligas a la calefacción
a que trabaje más para conseguir la misma temperatura, ni coloques muebles
demasiado cerca de los radiadores (por el mismo motivo).
Invierte
en una buena manta o nórdico y apaga la calefacción por la noche.
Cerrando persianas y cortinas se mantendrá caliente hasta el día siguiente. Por
el día abre bien las cortinas y las persianas para que entre bien el sol.
Recuerda que para ventilar solo necesitas tener las ventanas abiertas
unos 10 minutos y mejor si lo haces antes de encender la calefacción.
Cuando
salgamos de casa, si vamos a estar
fuera unas horas, puedes bajarla a 16 grados. Si te vas a ir varios
días mejor apágala. Es cierto que cuando la calefacción arranca se produce
un pico de consumo, pero éste será menor que tener una casa vacía a una
temperatura de 20 grados durante varios días. Si quieres encontrar la casa
caliente al llegar, mejor instala un programador que encienda la calefacción un
par de horas antes a la que tengas previsto llegar.
Si
tu calefacción es eléctrica, revisa la potencia que tienes contratada,
es posible que esté por encima de lo que realmente necesitas, sobre todo si no
sueles tener todos los radiadores encendidos a la vez.
Ahorrando
en calefacción, nuestro bolsillo y el medio ambiente se benefician.
Vital conocer todos estos datos que has aportado ahora que llegamos a verano que es una época donde gastamos tanto, excelente post
ResponderEliminarNo entiendo bien tu comentario. Éste post se publicó el 12 de noviembre de 2015 (con la llegada del invierno) como se indica en el encabezado, pero me alegro de que lo hayas encontrado útil.
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