En este momento, todos somos uno. Todos tenemos el mismo objetivo: vencer al virus. El virus nos hace iguales. Nos hace atrincherarnos en nuestras casas, juntos, imaginando lo que podremos hacer cuando esta batalla acabe. Soñamos con las sensaciones que provoca un paseo por la playa o por la montaña. Recordamos el cantar de los pájaros o el olor de las flores en primavera. Pero, seguimos aquí, en nuestras casas y ahora te contaré cómo preparar una solución desinfectante en casa, partiendo de la lejía doméstica.
Te puede servir para desinfectar teléfonos móviles, manetas y pomos de puertas, volantes de vehículos, palancas de cambio y freno de mano, utensilios de trabajo, mochilas y hasta suelas de zapatos.
¡La dilución es fácil:
En un envase de 1 litro, mezcla 30 ml. de lejía casera y añade agua fría hasta llenar el recipiente.
¡Ten mucho cuidado! en la manipulación de la lejía ya que es una sustancia corrosiva, y dependiendo de la concentración puede provocar irritación cutánea u ocular, e incluso quemaduras en la piel.
- Además, no mezcles la lejía con otros productos porque puede afectar a su efectividad y darse reacciones químicas peligrosas.
-La solución debe estar protegida de la radiación solar.
-La solución se inactiva en 6-8 horas en envases transparentes.
Y además, sigue la medida universal de higiene: ¡Lávate las manos con agua y jabón!
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